sábado, 10 de octubre de 2009

Gabriel Cortiñas


















una cárcel a medio demoler
y el ruido continuo de un helicóptero
martillo eléctrico
del aire, que no despega
por la madeja del recluso
minotauro
a Caseros la consume una hélice invisible

***
es un mito que las paredes son de tela de frazada
mil ovejas inmolaron:
voluntad amor un himno la venia
desgracia de morir en la frontera
mil ovejas de pan
con gran capacidad de fuego, mil ovejas
al frente y después
al paredón con los restos
las paredes en Caseros son de lana
con los hilos de la barba del millar
de los cuerpos macerados en vinagre
del recuerdo al silencio el paso
pequeño de un infante y su primera palabra:
Guerra

estopa con sangre de lana, ovillo de carne

es un mito que las paredes son de tela
o pelusa de vicuña cansada
en Caseros el sol no pasa

***

ovillo con carne de lana
la frazada de Caseros es el fresco vivo de la guerra

***

la capilla del penal es bajita
un diskette insertado en lo alto, de la torre
el techo es el piso
de una ermita para enanos

sólo se entra en cuclillas
el altar vacío y una cruz con dos saleros el Cristo
de la capilla no entra parado, hace la plancha
de lunes a domingo, siempre
en blanco y negro


***

el Ameghino
un parque un valle un badén
algo en declive frente al penal
puente levadizo, no
la cincha de carne en jirones
de cuerda
del Muñiz a Caseros la fachada
y la piel se deshacen –galletitas–
el hongo blanco que come la pared
blanca que come
el sida y la cárcel soportan
el sexo de la liebre

el Ameghino es un puente de sol
entre tubos de oxígeno

***
la topadora subió a la terraza
habrá que asumir la metralla invisible
el canto entrecortado
de un final tartamudo

***

¿viste que rápido que van?
en dos meses no la vamos a ver


faltan sesenta días para el parto
los colectivos seguirán pasando por ahí
el barrio verá crecer otro hijo
un parque, edificios, oficinas
o el ruido que nacen las moscas

Inéditos

No hay comentarios: