jueves, 15 de noviembre de 2007

Sebastián Hernaiz



























Lectura

a L.K.

Para mañana despertar temprano, por eso de ir a trabajar,
la noche ya nos tiene hace largo rato acostados.
No dormimos, sin embargo, y le leo a mi chica
un poema. Sin importar de quién,
elijo un libro de una fila que se extiende al borde de la cama. Contra la pared,
libros apoyados en el piso que se hizo biblioteca al lado del colchón:
no sé qué poema leeré, qué poema le leeré, alguno corto,
parece lo mejor. ¿Para qué se le lee un poema a una chica,
en la cama, siendo tarde y que mañana hay que ir a trabajar?
Después de escucharlo, me abraza y no dice nada. Su piel desnuda
me da calor, así, acurrucada, y sé que cierra los ojos, que quiere dormir.
Yo sigo leyendo los poemas del libro cualquiera. Pero pierden gracia ahora
y los ojos empiezan a pesar, el velador encandila
y las letras adquieren un volumen difuso. De pronto
creo tener el tono de un poema. Pero dejo el libro
abierto boca abajo, apago la luz, y me duermo.


manifiesta

pende en la pendiente cotidiana
una mente atrofia corporal

se inclina
putita linda ante la debacle
social sensual personal
numérica y cromática
-mucho negro dando vuelta-

la envuelve
-todos negros girando en rededor suyo-

numérica y cromática
-muchomucho mucho negro y alguna negra linda-

y el alud -y entonces, ¡atención!- de realidad se traba en los versos
¿la poesía es pendiente de por dónde alud penderá, caerá?
¿la poesía está pendiente? ¿del alud? ¿de la pendencia constante de la realidad que
rueda, roda, horada?
¿acaso pendiente, entonces, de si acaso no es ella la pendiente por donde alud penderá,
caerá rodando arrastrando versos contra el último rincón de una página, deshechos
versos en montón de negros caracteres estrolados contra el filo del margen de una hoja?

-ay, negrita linda, la poesía me puede
y sé que tu embarazo de quince meses y ocho versos no va a tener techos donde llorar
y sé que te haré llover regalos inútiles chiches coloridos tarjetitas caras con sonido pero
el nene no habrá de tener qué comer-

y canto:
“ay, negrita linda,
la poesía me puede
y sé que tu embarazo
de quince meses y ocho versos
no a va a tener techos donde llorar
y sé que te haré llover
regalos inútiles
chiches coloridos
tarjetitas caras con sonido
para el nene que no habrá
de tener
qué comer”


¿Qué cosas son, acaso, el poema?

"Materia de disputa la poesía"
S. Raimondi, Poesía civil

¿Qué cosas son, acaso, el poema,
aquellas luces de la tarde reverberando en las hojas, acaso, de estos árboles de
primavera,
la mueca nueva que encuentro en tu cara, el silencio dormido,
o esta oscuridad baldía que algunos llaman noche? ¿Qué
cosas son, acaso,
acaso son
tu desnudez bajo una sábana, acaso el tono de una guerra?
¿Qué cosas, qué, qué poema es? ¿Acaso
el que se escape al repetir
del repetirse, qué,
cómo, pueda huir del ser de nuevo
uno más del engranaje, cómo,
poema, acaso, ser sentido nuevo del sentido, ser lenguaje
crítico de lo dicho, qué cosas
son, acaso, el poema,
la crítica festiva, el festejo crítico, la grandilocuencia, el tonito amanerado, qué
cómo
cómo el poema como piedra
a ser tallada, cómo el poema
arrojable al medio de la tanta nada? ¿Acaso qué,
no se lee, no se escribe a fuerza de trabajo el poema ya escrito en la mugre de las uñas,
o se va de cero a uno y de ahí hasta el poema? ¿Qué cosas son,
acaso, el poema,
el verso limpio, una mirada, prisma ágil, acaso ritmo? ¿Acaso son mis disyuntivas
falsas? ¿Qué cosas son, acaso, el poema? ¿El poblarse de marcas
de época, acaso, o acaso marcar la época? ¿Trabajar la contemporánea eternidad es, acaso, el poema?
¿Es mi recibo de sueldo un poema, acaso? ¿Es un forro, acaso, al menos un esbozo acabado? ¿Acaso es,
mi cuerpo transpirado de trabajo y sexo un manifiesto estético, tal mi pose? ¿Qué cosas
son, acaso, el poema? ¿Las sensaciones, las ideas,
algunos muertos? ¿Las condiciones materiales
del lenguaje, tradiciones, acaso algunas transacciones? ¿Son
acaso las dudas, sin dudas
acaso las certezas, la política y o la pereza, crear o discutir, qué, qué cómo, qué? ¿Qué cosas,
qué, acaso, el poema? ¿La búsqueda
rondando el objeto, intimando, qué, la construcción de una historia
de la lengua, su económico y geométrico juego de un nosotros? ¿La búsqueda es
de la búsqueda, quizás? ¿Entonces, o no? ¿Qué cosas son, acaso, el poema?

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