Filatelia
mi padre
colecciona estampillas
es una tarea
menor
que requiere
de atención
y de goce
de joven
ha trabajado en el Correo
y su amor
por las formas y los colores
posiblemente
se remonte a ese origen
los sábados
por la mañana
de 1970
setenta y uno
acumula
4 álbumes
y ordena
las nuevas
y viejas estampillas
de argentina, usa,
brasil y canadá
las mueve
de lugar
las desplaza
minuciosamente
usando
una pequeña pinza
de depilar
yo
observo la tarea
a la distancia
y admiro
esa labor
artesanal
la precisión
que requiere
el cuidado
de una tarea ociosa
Parrilla
Sobre el fin de la calle
rumbo al cuartel
hay un asador:
es verano
pero corre una pequeña
brisa.
Mi padre
mi madre
nuestros hermanos
disfrutan de la cena
familiar
al aire libre.
No hay nada que temer
estamos abrazados por el campo
el mundo acontece en ese punto
minúsculo del universo. Tengo
seis años. Conozco
todo
lo que me circunda.
Somos libres
en el lugar.
Mi padre es feliz;
se rodea de sus hijos
de su mujer
tiene información suficiente
para proveernos
durante algunos años:
axiomas, libros, narraciones
de adolescencia.
Ahora que
su muerte es fresca
y reciente, recreo el instante
en que mi padre
distribuye la carne,
las achuras, las ensaladas
en derredor.
Mi madre lo roza con los ojos
y deliberadamente
lo deja hacer
deja que su fuerza crezca
allí, en ese punto
minúsculo del universo.
Materia
Miro a los niños. Uno, dos,
tres…El peso de
estos años
fue terrible
y casi no hay paz
en el
aire. ¿Quién
podrá
fuera de la política,
alejado del Capital,
decirme: este objeto
es pequeño
aquella alegría
es versátil
esto se inscribe
en el terreno de la
bondad?
Saludo con mi mano izquierda
a los próceres
del día
y camino
bajo la lluvia
a costa
del pasado.
La línea de la playa
es gris, pero hay
viento. En estos terrenos
fríos la pobreza
no es posible, el constante
sobresalto
se vuelve una moneda
real. Apoyo mis pies
en la arena, hago un hoyo
con mis manos,
arrojo
sin tristezas
un poco de materia
al aire.
Estos poemas pertenecen a Materia (Bahía Blanca, Vox, 2010)
3 comentarios:
esa profe! qué pintita!
Verdadero cúmulo de estereotipos que nada dicen salvo lo que dicen de la ausencia de cualquier atisbo de lucidez verbal en quien estas cosas escribe.
Sí, puede ser lo del estereotipo, pero el que las escribe es Battilana. Estoy cansado de aquellos que refieren a los poemas de otros sin mostrar lo que hacen. Es probable que no sepan cómo se escribe siquiera una carta de renuncia. O tal vez sí, sea lo único que escriben. Orlando.
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