viernes, 24 de agosto de 2007

Gabriel Reches




















Matricida

Si estuviese seguro
de olvidarlo
ya hubiera
asesinado a mi madre
pero el remordimiento
torturaría más
que sus llamadas.

Espero que sepa
morir a tiempo
o un rato antes
mi madre

todos los días
cava fosas
en la cabeza
para sus hijos
quedan vacías
o habitan moscas.

La última vez
que fui a comer
parecía verdosa
y pensé

cuando el infierno te devore
voy a decir mundo
al fin solos.

Dios mío no la devuelvas
encima de todo un poco
más viciada.

Teléfono.
Es la noticia
de la muerte
de mi madre.

No. Es mi madre


La idea definitiva

Tuve que juntar los brazos como si rezara
sucede cuando duerme lo que hay cerca
y pienso unas cosas sobre no verme al desaparecer
ideas definitivas que en las reuniones callo

se llama cavar por amor
predilección por una imagen precisa:

un tipo callado a las tres de la mañana.
pegando patadas a la puerta
y el aparato de cd que no lee Sonic Youth.


Lujan en pato

Planeamos llamar veinticuatro veces
a causa de las letras de un imán de
El Buen Comer que se adhiere a la heladera
jaqueada por el hielo o el deshielo
y su cardumen de restos identificables.

Slogan empanadas premium
encerrás alguna verdad
veinticuatro sabores en la tierra de las sombras
una cena prometida por un peso que llevamos
el tópico hoy:
probar mientras se entienda que vivís.

Cuánto cuesta la de sándalo
un peso
y la de rabia y de tu rabia cortada a cuchillo
cuánto que cuesta. Un peso. Todo.
Veinticuatro veces.
No va a funcionar. No va a funcionar.
A los amigos nada les funciona.

El hombre que recibe pedidos telefónicos
suele hartarse y puf
de vuelta al hogar
otra opción, un libro, un manual
postlaboral de instrucciones
como volverse dios del sol
por correspondencia
pará otra vez
tengo que desistir
de algo. Es que

jamás consigo un papel bueno.
Unico objetivo en la reunión
de huesos y carne que soy:
demorar fracasos en el Ludomatic.

Quién sabe que pasaron las dos o que
cada inventor da vueltas en la cama
con leves desajustes de miocardio.

El domingo a Lujan en monos
¡Peregrinación! ¡Peregrinación!
¡Es mejor viajar en pato!
Relevarlos cuando mueren
en la parte más verde del camino.

Ocho patos al menos
para cargar a un hombre
de estatura media y
nadie tiene tanto dinero
ni tantos patos
ni tantos hombres de estatura.

Medias lunas. Nos reímos mucho
mi chica observa
se pone bien, me siente bien es
que río mucho pero
aquí estamos sin gente lista
para juegos de tablero
interminables emociones.

Muerte de Dios en la cama.
¿Llamamos? ¿Cuánto cuesta
la de sándalo? No. Ya no traen.
Alguien tiene un reloj biológico
sincronizado una hora tarde.

Hagamos un tema con coritos
y quitémosle el tema.
Fer y su entusiasmo.
El sábado empezamos.
El sábado que viene
a filmar una vez por semana
de lo que sea
hablamos y alguien edita.
Una idea: un teatro de títeres.
De muñecos dos puertas.

¿Vamos? En un ratito.
La ocarina. No.
Decime cuál fue, vos, ahora
tu indignidad más grande.
El estampado piano en los tiradores.
Se ríe de mi el que a los quince definía carácter:
psicodélico depresivo.

La gata ciega es muy blanca y pide ayuda.


Inéditos, pertenecen al libro Lo que me hace feliz, de próxima aparición

1 comentario:

Anónimo dijo...

matricida, que hit!

mariano