jueves, 15 de mayo de 2008

Daniel Durand

















Malabarismo

Bajó el sol, salgo a la sombra del patio
para hacer malabares. Tiro
las bolas bien alto y
al levantar la vista veo
el cielo todavía soleado.
Dentro de unos días se morirá mi madre.
Unas cuantas golondrinas
vuelan a media altura
entre la casa y el cielo,
se pelean con chirridos
y se alimentan de insectos invisibles.

Miro la luna mientras se me caen los dientes

Es jueves, mañana tendré 43 años,
arriba me quedan solo cinco dientes
que se mueven, todo el tiempo los aflojo…
muevo y remuevo con la lengua, a eso me dedico…
muevo el diente flojo, lo aflojo
hasta que de tanto movimiento
los lazos se van cortando, los nervios se van muriendo…
la muela al fin cede a la presión de la ansiedad
y sale, es arrancada finalmente…
miniaturas del alma,
muelas que van cayendo
de mi boca…
Por estos días remuevo
el colmillo derecho que todavía tengo…
La luna llena de hoy atraviesa la noche,
mañana ocurrirá el mismo espectáculo
cuarenta y cinco minutos más tarde
con mucho menos fulgor…

Luz de una nueva estrella

Miro una foto en la que soy muy joven.
Los ojos muy abiertos y claros. Un rostro
sonriente a pesar que trato de ocultarlo.

Sé que en esta época pensaba que era viejo.
Sé que lo mismo pasa ahora.

En diez años más pensaré que hoy era joven
y sin embargo estoy mirando fotos viejas
y recordando el pasado.

Es imposible no caer en este abandono.

El deleite de saberse fuera de todo movimiento,
el placer de sentir el cuerpo hostigado por drogas,
deportes y complejos vitamínicos que lo electrizan
y después lo dejan blandamente
sobre las superficies y moldes que lo contienen.

La alimentación natural nos deja buenos y tontos.
La carne y el alcohol activan el cuerpo y la mente
y matan pronto.
El amor nos enloquece más rápido que el arte.
Los viajes nos dejan transparentes, los amigos pueden
traspasarnos con el dedo.
Vivir siempre en el barrio nos asegura un error duradero.

El trabajo aniquila nuestra voluntad.
La pareja aniquila el deseo y engendra
poderosas frustraciones.
Sólo podemos desplazarnos libremente
de derrota en derrota, real movimiento:
luz de una antigua estrella.

De Ruta de la Inversión, Ed. Gog y Magog 2007

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