jueves, 4 de octubre de 2007

Mariana Suozzo






















I

si en medio de la noche se dispersa el humo

y en la cama hay bichos bolita
o en el sueño arañas, si encendés la luz
y todas las habitaciones de la nave permanecen oscuras
el incendio puede pasar desapercibido
en la luz de otros fuegos
porque en el sueño hubo bichos y en la cama arañas
y muchas veces encendiste la luz y todo permaneció oscuro
pero nunca algo en tu habitación ardió
Entonces te desplomás como un fruto maduro sobre la cama
sumido en vaya a saber qué sueño sordo
y un poema increíble comienza a crecerte en el pelo
se enreda cubriéndote por completo el cuerpo
y de pronto se hace el día y otra vez la noche
y luego el día y la noche sucesivamente, sin pausas
te ves como un astronauta espiando por la escotilla
la mirada fija en nada ¿quién otro ibas a ser?
¿el hombre araña? ¿la chica de la boletería?
fruncís el ceño, torcés los ojos y te das cuenta:
la alegría es una cosa extraña
en tu paseo por el espacio le escribís a tu amante
que continuás sintiéndote terriblemente solo.

II

te reconoces como el astronauta que mira por la escotilla

pero ya no mirás fijamente la nada
suspendido en una burbuja que contiene la visión de tu vida en colores
entonces ves cómo pasabas los días antes de emprender el viaje:
tirado en la cama convirtiéndote en un parásito de la televisión
tus amigos pensaban que habías vuelto a la heroína
pero vos mirabas, casi al pasar, la noticias dejándote persuadir
por ese concurso increíble; te anotaste con la poca fuerza que tenías
y al levantarte de la cama te dirigiste a la otra habitación
para imprimir desde internet las bases del concurso
completaste algunos formularios
y resolviste con gran soltura el ítem que te llevaría de paseo
de pronto eras ideal para ser enviado al espacio y quedaste seleccionado
ellos mandaron un auto negro y brillante a recogerte
el viaje era inminente
conociste a tus compañeros y todos estaban preparados
pero vos no paraste de hablar (traicionado por los nervios)
y comentario tras comentario fuiste quedando como un idiota
pero el traje te sentaba bien y te movías por la nave con gran habilidad
mientras los demás tenían claramente trazada su misión
vos te mostrabas muy ocupado en pequeñas cosas sin importancia
entonces la descubriste
tu misión había sido siempre la misma:
dirigirte de un punto a otro del espacio sin saber por qué.

VII

la permanencia en el espacio es bien rara

el sol sale varias veces por día: debés guiarte sólo por el reloj
al amanecer primero se ve un anillo de luz
después, rápidamente, aparece achatado
en cuestión de minutos se ilumina todo y el día renace
Cuando viste partir a los astronautas hacia la luna
todavía no ibas a la escuela
pero ya tenías ganas de aventurarte en un viaje así
adentro del cohete se vuelve a la niñez
Edgar tenía trece años y después de trabajar en el campo
corría al aeródromo del pueblo para lavar aviones
Neil antes de empezar la universidad ya tenía su brevet de piloto
algunos (aún siendo muy jóvenes)
se habían sumado a la guerra como aviadores
pero tu recuerdo es menos pretencioso,se resume en ganas inútiles
o sueños que se avivan por una imagen
y las historias que escuchás por ahí:
la nave de juguete, tu primer muñeco con traje aerostático…
a veces se expande tanto el horizonte
que no podés acordarte más de lo pasado
y cualquier recuerdo parece un invento
como cuando se produjo el despegue, recién ahora lo podés asociar
con algún viaje en tren pero vertical con mucho temblor y ruidos
después apagan los motores y el movimiento es suave
flotás: sin nada arriba ni abajo,
es lo más parecido a permanecer en el agua
pero en el espacio no hay nada que empujar.

De Mark en el espacio, próximo a ser publicado por Huesos de Jibia

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