martes, 27 de mayo de 2008

jueves, 15 de mayo de 2008

Daniel Durand

















Malabarismo

Bajó el sol, salgo a la sombra del patio
para hacer malabares. Tiro
las bolas bien alto y
al levantar la vista veo
el cielo todavía soleado.
Dentro de unos días se morirá mi madre.
Unas cuantas golondrinas
vuelan a media altura
entre la casa y el cielo,
se pelean con chirridos
y se alimentan de insectos invisibles.

Miro la luna mientras se me caen los dientes

Es jueves, mañana tendré 43 años,
arriba me quedan solo cinco dientes
que se mueven, todo el tiempo los aflojo…
muevo y remuevo con la lengua, a eso me dedico…
muevo el diente flojo, lo aflojo
hasta que de tanto movimiento
los lazos se van cortando, los nervios se van muriendo…
la muela al fin cede a la presión de la ansiedad
y sale, es arrancada finalmente…
miniaturas del alma,
muelas que van cayendo
de mi boca…
Por estos días remuevo
el colmillo derecho que todavía tengo…
La luna llena de hoy atraviesa la noche,
mañana ocurrirá el mismo espectáculo
cuarenta y cinco minutos más tarde
con mucho menos fulgor…

Luz de una nueva estrella

Miro una foto en la que soy muy joven.
Los ojos muy abiertos y claros. Un rostro
sonriente a pesar que trato de ocultarlo.

Sé que en esta época pensaba que era viejo.
Sé que lo mismo pasa ahora.

En diez años más pensaré que hoy era joven
y sin embargo estoy mirando fotos viejas
y recordando el pasado.

Es imposible no caer en este abandono.

El deleite de saberse fuera de todo movimiento,
el placer de sentir el cuerpo hostigado por drogas,
deportes y complejos vitamínicos que lo electrizan
y después lo dejan blandamente
sobre las superficies y moldes que lo contienen.

La alimentación natural nos deja buenos y tontos.
La carne y el alcohol activan el cuerpo y la mente
y matan pronto.
El amor nos enloquece más rápido que el arte.
Los viajes nos dejan transparentes, los amigos pueden
traspasarnos con el dedo.
Vivir siempre en el barrio nos asegura un error duradero.

El trabajo aniquila nuestra voluntad.
La pareja aniquila el deseo y engendra
poderosas frustraciones.
Sólo podemos desplazarnos libremente
de derrota en derrota, real movimiento:
luz de una antigua estrella.

De Ruta de la Inversión, Ed. Gog y Magog 2007

Gabriela Franco


Los que van a morir

los que van a morir
dejan fotos
libros
alianzas de bodas

entre cajas y hermanos
la memoria de uno
no es mejor que el silencio
y quien tira guarda
su trascendencia

los que vamos a morir
más tarde
revolvemos el mundo
y hacemos del peso y de lo leve
una filosofía de casa

el actor sabe del instante de la escena
el cronista distingue la historia entre los bártulos

¿qué rescata el astrónomo
de las piedras de la casa de su infancia?
¿de qué prescinde el artesano?
¿acaso busca el acohólico
la copa del olvido?

nadie reza
pero dan ganas
con tanto rosario y estampita
por el aire al primer viento
que uno respira y
creyente o no
se deja arrastrar por el deseo
¿estás ahí?
los padres se fueron
y no hay religión sino

la intimidad fraterna
la comunión del silencio

*

ver morir
pedir oxígeno
que todo haya sido un sueño

el estado de naturaleza
es un atado de vértebras al hombro

*

asida al vaivén asiste
al encuentro de las aguas
y agita sábanas vacías

lava el cuerpo
del recién venido
y el de los muertos
desempolva retratos
construye galerías
cristales
copas y raíces de los árboles
familias

la mujer da paso a la llegada de los niños
amortigua la partida de este mundo

la mujer es una puerta

*

de las muertes que vienen
elijo no nombrarte
no decirte adiós
no soltar la mano
las palabras

de las muertes elijo
no la de tus ojos
no mis ojos en la muerte
digo no vendrá

Paula Peyseré

No cantamos con un cancionero hecho pelota

No cantamos con un cancionero hecho pelota, no queremos
aún las radios por la mitad.
Esto será una guerra, pero no veo los hongos de las explosiones.

No podemos cantar con un cancionero arrugado y roto. Sí
improvisamos a medias
cuando no nos sabemos las partes.
Esto no es un campamento en Dresden,
ni es Heidelberg, ni La Candona.
Tomamos café y mate a toda hora.
Sólo los quejidos y algunos olores -que no identificamos
----------------------------------------- -----//como tales-
son similares a los de una batalla.

La autopista pasa arriba del Parque Chacabuco. Una chica va imaginando sobre el 86 a dos moribundos tomados de la mano en la zanja de un tren checo ¿…cómo puede ser? Abajo, los niños juegan a la pelota contra una casilla de chapa. Al costado, un departamento, desde el living abre las ventanas al tráfico de camión. Carteles indican que está Prohibido estacionar o detenerse, y franjas blancas hacen relámpago el asfalto, boca afuera. En la avenida Curapaligüe todo el año es invierno. La avenida es un ente gripal. Flota Curapaligüe, 3 metros sobre la ciudad.

No cantamos con un cancionero hecho pelota. Para éso
preferimos tararear muchas veces seguidas
la única parte que sabemos. Tantas veces como sean
-----------------------------------/necesarias, repetimos,
hasta inventar una estrofa que nos haga sentir bien.

Estamos en las tres cuartas partes de 2007 ¡Duro
------------------------------/contra éste que tampoco
dió alelíes ni césped suave en los corazones!
6 se mudaron, 2 se salvaron de sobredosis,
y todas pero todas nos negamos a cantar
con un cancionero hecho pelota.

Golpeamos las tablitas de la mesa. Golpeamos la
-------------------------------/madera de un asiento,
los pantalones golpeamos, y los marcos de la puerta.
Hacemos una canción muy pegadiza, reemplazando la
--------------------------------------/comida y el exceso.
Intuimos que solamente crecemos
comportándonos de un modo musical.


De Poemas de Base, inédito


Dibujamos toda clase de personas

7 de julio. No vivimos en el campo

Cada colectivo que pasa en su daño
con su motor quiere repetir:
¨no va a pasar,
no va a raptarnos ningun camión¨,
no va a darse eso sin cuerpo del futuro.

No puede revivir la cabra.
Murió mientras mordíamos el pasto.


De Las afueras, Ed. Siesta


La Ciudad de los niños

Después de lo peor del verano fueron a la Ciudad de los niños.
Decían que querían ir a la Ciudad de las niñas,
que el título verdadero del paseo era otro... el Pueblo,
la Junta, la Casona de los niños.
Llegaron con resaca de sábado, repletos de pan y fiambre.
Habían armado el almuerzo entre piernas amontonadas

------------------------------------------------------/en la camioneta.
Llevaban anteojos de sol que dispusieron obligatorio ponerse.

Las cervezas eran muchas. Tomaron incluso en el subsuelo de la cárcel,
en la iglesia, en el banco, en el senado, y con lujo en el palco judicial.
Formaron parejas espontáneas para hacer de acusadas, unas,

-------------------------------------------------- ---/y otros de acusadores.
Ella estaba, no se acuerda, si a la izquierda o a la derecha del juez.
Después inflaron enorme la pelota roja
con que se divierten los drogados, los niños y los grupos de jubilados.
El juego era ver Quién la pica más alta sobre el pasto, 39 grados sol.

La foto en el tren miniatura los congeló enfrentados.
Él mira con marco de carey para el fondo del pasillo del vagón,
y ella, con unos RayBan del setenta, ametralla el descampado

-------------------------------------------------------------- /por la ventana,
la mitad de la cabeza afuera.
No podrían decir a ciencia cierta si el día tuvo un disfrute presente
de ir cantando en auto. o fue una cuestión de la cámara
que en su costumbre de ajustar colores, nos hace ver las cosas
en cuadro saturado, elegante.

inédito

Eran tres los que leían


Eran más los que escuchaban